La ex Cerámica Matas esconde secretos dentro de sus paredes
El viejo edificio ubicado sobre Avenida Belgrano tiene una historia detrás del cierre de la fábrica.
El edificio de la vieja Cerámica Matas está ubicada en Avenida Belgrano entre Castro Barros y Lizondo Borda. La vieja fábrica cerró las puertas en diciembre de 1998 y en la actualidad es tierra de nadie.
Cuando cae el sol, el predio cuenta con personal de custodia ya que muchas personas que viven en la calle se adueñan del edificio por las noches para tener un lugar dónde dormir. Además, los vecinos relatan historias de apariciones de los trabajadores que alguna vez trabajaron en ella.
Jorge Soria es un aficionado de la historia tucumana y de relatos paranormales. Con respecto a los mitos del edificio de la antigua cerámica, afirma: “Cuando se cerró la fábrica, algunos vecinos comenzaron a escuchar ruidos provenientes de adentro. Lo llamativo era que a pesar de haber quedado parte de su maquinaria, nadie quedaba allí. Cuando entró la policía, se dieron con que las máquinas estaban funcionando pero no había ningún trabajador adentro”.
Con el tiempo, según Soria, se desprendieron historias de llantos de bebé, elementos que caían, puertas que se cerraban solas y una serie de acontecimientos que inquietaban a los vecinos del predio. “La parte más misteriosa es el relato de algún memorioso sobre el mítico túnel que estaba debajo de la cerámica que conectaba con otra fábrica, situada en Villa Luján”, ahonda Soria.
Dicho túnel era utilizado por los empleados para trasladarse entre ambos edificios pero, durante la guerrilla, los montoneros la utilizaron como pasadizo secreto o escondite. Cuando los militares se entraron de esta situación, dieron la orden de dinamitar ambas entradas. “Esta historia se desprende como un mito urbano propio de ésa época, sin poder aseverar su autenticidad”, concluye Soria.