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Historias

En San Javier, acechan historias de apariciones

Además de su belleza, el cerro es conocido por el avistamientos de fantasmas y albergar míticas criaturas. La paranormal experiencia de un tucumano.

Captura web.

Muchas historias se cuentan sobre la mítica subida a San Javier: una ruta poblada de curvas, retomes peligrosos, motociclistas suicidas y automovilistas que deciden pasar la noche allí para dar rienda suelta a su amor.

Jorge Soria forma parte de un grupo de Facebook en donde se cuentan historias de ultratumba ocurridas en Tucumán y no dudó en contar la experiencia de un conocido: “Era de madrugada cuando un empleado de la hostería retornaba con su moto a su hogar”, relata.

A un kilómetro de la zona conocida como La Gruta, ubicada en la ruta a San Javier, la moto comenzó a fallar hasta el punto que se detuvo el motor. “Se bajó al lado de un paredón que oficia de barrera para no caerse al barranco. Quería saber cuál era la falla que tenía su vehículo”. Ahí fue cuando empezó el terror: “Dando su espalda al barranco, sintió un olor suave, casi dulzón. Pensó que podrían ser las flores de los árboles pero de pronto cambió de idea: era otoño. No terminó de deducir esto cuando los pastizales comenzaron a moverse”.

El ruido cesó pero un suave sollozo envolvió el silencio de la madrugada. “Casi sin aliento, decidió marcharse aprovechando la pronunciada pendiente y cuando vio por el espejo una silueta se puso pálido: ella estaba parada atrás mirándolo fijamente. Su rostro no se veía pero sí su largo vestido blanco”.

Con lágrimas en sus ojos, llegó al destacamento de El Corte, tiró su moto y entró casi sin poder hablar. “El oficial de guardia y un agente lo recibieron sorprendidos, no podían calmarlo. El agente salió afuera pensando que lo quisieron asaltar”. Al momento de tomarle declaraciones al joven, lo único que pronunciaba era “La mujer de blanco”.

Cuando se calmó un poco luego de tomar dos tazas de agua con azúcar, los policías le contaron que en la zona donde él tuvo el incidente, hubo una trágica muerte: una muchacha de 17 años fue arrojada al vacío por sus dos amigas.

Según testigos que vieron al fantasma, la mujer suele aparecer sentada a la vera de la ruta o parada en el medio del camino aterrorizando a quienes suben y bajan el cerro San Javier.